Galo Guerrero-Jiménez
El cálido cobijo que un libro nos puede brindar desde el silencio que dice mucho en cada página o en la pantalla de algún dispositivo electrónico, es impresionante si hemos logrado adentrarnos en el alma misma de cada palabra que respira al vaivén de un lector ávido por aprender, por disfrutar y darse cuenta que, conforme avanza en el contenido, bien sea literario, científico, filosófico o de ensayo, según sea el interés de cada lector, le aparecen en su cerebro nuevas visiones del mundo; se trata de una concepción fenomenológica hermenéutica, interpretativa, analítica, de reflexión, de diálogo con el texto, e incluso de pensamiento crítico que se despierta en ese lector en la medida en que tiene dominio del tema y, ante todo, interés; situación que, por supuesto, solo es posible gracias al grado de sensibilidad emotivo-intelectual que el lector va logrando paulatinamente, dada la motivación enorme que tiene para leer ese texto y no otro, sino solo aquel que a él y a nadie más le interesa leer con afán, con entusiasmo y con la libre disposición de haber escogido esa lectura por su cuenta, sin que nadie lo obligue.
Seguir leyendo “El cálido cobijo de un libro leído”