En estos tiempos de desesperanza, es necesario buscar en otras direcciones opciones que nos devuelvan la esperanza y la alegría. Les mostramos unas reflexiones sobre el papel de las mujeres en la búsqueda de la espiritualidad, para ello les presentamos un texto de Ada Luz Márquez:
“Mis líderes espirituales no llevan atuendos que las destaquen, son tan sencillas como las flores, que son la belleza misma sin pretender serlo. No necesitan ninguna alfombra roja ni pedestal, porque su paso humilde de zapatillas de esparto son el sendero que las lleva a todos los lugares y a todos los tiempos.
Ellas no hablan bajito para parecer más importantes, porque su silencio es tan elevado como la sabiduría ancestral que contienen sus palabras. Sus cantos no los aprendieron de una playlist, sino de los pájaros y del viento. Su baile no es étnico ni new age, ellas aprendieron la danza de los árboles y de la llama de fuegos sagrados.
Mis líderes espirituales no tienen máster en meditación, pero saben cómo llevarte de la manita al corazón y devolverte al hogar de tu espíritu. Muchas de mis líderes espirituales no saben leer libros, pero no han dejado de leer el mundo y llevan una enciclopedia botánica que ya quisiera el Dioscórides de los griegos. No saben qué significa la palabra “reiki” pero con la medicina que traen sus manos son capaces de hacer milagros allá donde tocan.
Mis líderes espirituales no necesitan estudiar a la Naturaleza porque hablan cada día con ella. Se lo enseñaron sus madres, y a sus madres sus abuelas. Y a todas ellas, la Madre Tierra.
No buscan ostentar y compran lo absolutamente necesario, porque saben que la mayor de las riquezas es la tierra fértil, el Sol y el agua limpia.
La mayor de las abundancias vive dentro de sus corazones porque son tan generosas como la misma Madre Tierra.
No dicen que son maestras, se llaman a sí mismas “aprendices eternas”, porque nunca dejan de vibrar con cada experiencia. No buscan ninguna meta porque dicen que vivir es el mayor de los milagros. No te quieren convencer de los beneficios de nada, solo acuden antes de ser llamadas con un caldo milagroso y las palabras mágicas: “te pondrás bien.” No se levantan a las 6 a meditar, se levantan a las 5 y hablan con los gallos, saludan al abuelo Sol y se lavan la cara con el rocío del amanecer.
Mis líderes son tan espirituales que no desean serlo, porque son el espíritu mismo de la Tierra.”