Cumbre de las Américas con deslucidos acuerdos y poco liderazgo

Campos Ortega Romero

Estados Unidos fue  la sede de la Novena Cumbre de las Américas realizada del 6 al 10 del presente mes en la ciudad de Los Ángeles (California) Estados Unidos de Norte América, con el lema: “Construyendo un futuro sostenible, resiliente y equitativo” para nuestro hemisferio. Al ser la única reunión hemisférica de líderes de los países de América, la Cumbre constituye el foro más importante para abordar los desafíos  y las oportunidades que comparten nuestra región. La Novena cumbre marca la primera vez que Estados Unidos es anfitrión del evento desde la reunión inaugural celebrada en Miami en 1994. Es el evento de mayor prioridad del presidente Biden para la región. Los pueblos de las Américas desean y merecen, una gobernanza eficaz y responsable que cumpla con su contenido. El camino hacia la Novena Cumbre trazará nuestra ruta colectiva hacia un futuro sostenible, resiliente y equitativo. Así rezaba la invitación a la Cumbre, creando expectativas en América Latina y continente todo.

La Cumbre de las Américas suele ser una de las reuniones más importantes para América Latina y el Caribe. Reunión que se celebra cada tres años que pretende acercar a todos los países, desde América del Norte hasta América del Sur y el Caribe. En la última cumbre de Lima estuvieron presente 34 jefes de Estado, el mismo número que en la primera cumbre con este formato, celebrada en Miami en 1994. A Los Ángeles solo acudieron 23 países, algunos sin sus presidentes. Y esto en un país que antes era líder en la región.

Para los entendidos del Derecho Internacional y analistas políticos, como Carolina Chimoy, señala que “Esta cumbre será recordada por la mayor ola de boicot de jefes de Estado de la región. El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, canceló la cita por no estar de acuerdo con que países como Nicaragua, Venezuela y Cuba no fueran invitados. Consideró  que «no puede haber Cumbre de las Américas si no participan todos los países del continente americano, o puede haber, pero nosotros consideramos que es seguir con la vieja política de intervencionismo, de falta de respeto a las naciones y a sus pueblos».  «Desde mi punto de vista están actuando con odio y no quieren la hermandad de los pueblos, y están haciendo sufrir mucho a un pueblo abnegado y digno como el pueblo de Cuba”, agregó. 

Cuba estuvo presente en la última cumbre de Lima. A esa se sumaron otras cancelaciones, especialmente de los países centroamericanos que juegan un papel importante para los Estados Unidos en términos de migración. Se trata de una clara señal dirigida a Estados Unidos, que evidentemente está perdiendo influencia en la región y ahora intenta con todas sus fuerzas recuperar su peso. El esfuerzo fue visible: el presidente Joe Biden asistió todos los días de la cumbre, al igual que la vicepresidenta Kamala Harris. El Gobernador de California y la Presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, también estuvieron presentes en algunos momentos. Pero los esfuerzos han llegado en el momento inoportuno. Ahora puede ser demasiado tarde para salvar la unidad en una región polarizada.

El presidente argentino, Alberto Fernández, criticó la exclusión de Cuba, Nicaragua y Venezuela a la Cumbre de las Américas, al tiempo que lamentó los embargos comerciales impuestos por Washington contra La Habana y Caracas. «El silencio de los ausentes nos interpela. Para que esto no vuelva a suceder, quisiera dejar sentado para el futuro que el hecho de ser país anfitrión no otorga la capacidad de imponer el derecho de admisión sobre los países miembros del continente», aseveró el mandatario en la sesión plenaria de la Cumbre.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, minimizó  la polémica derivada de su decisión de no invitar a la Cumbre de las Américas a Cuba, Venezuela y Nicaragua, y pidió centrarse en resolver los «problemas serios» que afectan al continente. «A pesar de algunos desacuerdos sobre la participación (en la Cumbre), en los temas sustantivos, lo que he escuchado es unidad», dijo Biden al término de la IX Cumbre de las Américas.  Así sea.