Panorama incierto al cumplirse una semana del paro indígena

Hoy se cumple 9 días, desde que inició la medida de hecho.

El paro del sector indígena continúa en su segunda semana. A nivel local y nacional son varias las repercusiones. De acuerdo a los analistas de la localidad, debe existir negociación entre las partes.  Se hace un llamado a la unidad nacional.

El pasado 13 de junio inició la movilización nacional convocada por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie). Según lo anunciado, la medida es indefinida. Por ello, hay incertidumbre de lo que pueda pasar en estos días.

En Loja, al igual que en el resto de ciudades del país, ya se sienten algunas de las repercusiones. En los mercados de la urbe lojana se evidencia desabastecimiento de productos, especialmente, los que provienen de Quito, Cuenca y Ambato. El cantón Saraguro es uno de los cantones más afectados.

Según el reporte de los sectores productivos de Loja, en esta provincia se registran pérdidas de alrededor de USD 10 millones, desde que empezó la medida de hecho.

Atención

Jorge Ochoa Astudillo, profesional en Sociología y analista de la urbe lojana, considera que el paro responde a las demandas no atendidas por el Gobierno. Por ello, el pueblo se manifiesta en las calles, con la esperanza que las 10 demandas que exige la Conaie sean escuchadas.

Sin embargo, este pliego de peticiones no podrá ser cumplidas en su totalidad porque se desestabilizaría el “andamiaje político”. Por este motivo, debe existir una negociación entre las partes. “El Gobierno   debe ceder en algunos de los pedidos”. A nivel nacional también tiene que existir la empatía colectiva, al momento de evaluar las protestas, agrega el profesional.

Demanda

Santiago Pérez Samaniego, analista de la localidad y catedrático universitario, refiere que las paralizaciones en la actualidad no le favorecen al Estado, al encontrarnos en un proceso de reactivación económica.

 También coincide al mencionar que, aunque la exigencia de las demandas colectivas y la protesta social, sean válidas. Sin embargo, no podemos “paralizar el Estado”.

Considera que, se debe impulsar un proceso de unidad nacional. Las repercusiones ya se sienten con: cierre de vías, escasez de productos e incluso paralización de las actividades académicas, en algunas provincias.

Para evitar más inestabilidad, y como en toda negociación “cada una de las partes debe ceder posiciones, buscar consensos”, para que la situación vuelva a la normalidad, concluye Pérez Samaniego. (I)

DATO

Entre los principales planteamientos

Reducción y no más subida del precio de los combustibles

Alivio económico para más de cuatro millones de familias

Precios justos en los productos del campo

Empleo y derechos laborales