“Mi otra yo”

Por: Sandra Beatriz Ludeña

La famosa serie de Netflix “Mi otra yo” ha despertado interés en el mundo, es realmente sorprendente, ¿a qué se refiere?  Ahora les cuento.

Es una serie que trata el tema de Heridas Transgeneracionales y, cómo se solucionan a través de las conocidas Constelaciones Familiares.  Aquí copio un fragmento del libro que Zaman (el constelador en la serie), le recomienda  a Ada (protagonista), en una de las escenas: “…Estaba siendo capaz por primera vez, que yo recordara, de permitirme a mí mismo recibir el amor y el cariño de mis padres, no del modo que yo había esperado en otros tiempos, sino del modo en que ellos eran capaces de dármelo”.     

Ahora que la magia de la tecnología, podemos saber que guardamos información en nuestro código genético, de todo lo que nuestros antepasados vivieron, esto quiere decir que, una vida de traiciones, engaños, muertes, accidentes, escasez, frustraciones, secretos, quiebras, exclusiones, y más, podrían estar en nuestro bagaje de conciencia afectándonos.

Lo peor de todo es que las heridas de este tipo, son difíciles de diagnosticar, pues, no constan en nuestros antecedentes vivenciales, pero lo cargamos, aún sin conciencia de ello, esto afecta las finanzas, trabajo, negocios, pareja, familia, salud física, relaciones sociales, y más.

Muchas personas no se explican por qué no han podido salir de esa crisis, de ese mal momento que parece eternizarse, del estancamiento. La respuesta quizá está en su código genético.

Así, hay experiencias como las vividas con la pandemia por COVID-19, luego la violencia en las calles, los paros y su conflicto por la crisis económica, nos dejan consecuencias que afectan la salud mental y quedarán grabadas en la conciencia, pasando a convertirse en heridas transgeneracionales para los descendientes.

Por lo dicho, es urgente ocuparnos de lo que pasa a nivel emocional y mental, pues, aunque superemos los momentos más críticos, no se logra salir bien del todo, pues, las situaciones que provocan estrés postraumático, ansiedad, angustia, entre otras afecciones siguen presentes.

El estrés tiene fuertes repercusiones para la vida cotidiana, ya que se vive una cadena de sucesos traumáticos, que afectan “el ahora” de la persona, pero, a la vez, se convierten en una herencia que destruye a las familias y la humanidad.

Por todo lo dicho, recomiendo ver la serie Mi otra yo” y encargarnos de recibir atención psicológica, que la hay gratuitamente en los hospitales públicos, o, en el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, también, en la red del Ministerio de Salud Pública; para quienes no funcionan estas alternativas, está el Hospital Militar.  De forma privada y por costos módicos, en Solca y, consultorios privados.