¿Qué candidatos nos convienen?

César Eduardo Briceño Toledo

El Código de la Democracia nos obliga a sufragar en cada proceso electoral, caso contrario nos impone la sanción económica respectiva. Como nunca la respuesta en nuestra tierra rompimos la tradición con la presencia de 15 candidatos a la alcaldía y 12 a la prefectura; los cuales, hicieron alarde saber los problemas que represan al desarrollo de nuestra ciudad y provincia. Creemos que la ciudadanía percibió la idoneidad y preparación de los aspirantes. También hubo ciertos sujetos que solo asistieron al debate convocado por el CNE y rehuyeron vergonzosamente a otros debates convocados por los medios periodísticos, gremios y colegio de profesionales; que con esta actitud reprochable demostraron el escaso conocimiento sobre los acuciantes problemas de nuestra sociedad y que los inhabilita para el ejercicio de las importantes dignidades de votación popular de Loja.

Cabe recordar que, en la farandulería política del país, los partidos echaron mano como candidatos a futbolistas, presentadores de medios de comunicación, animadores y hasta payasos; algo parecido sucedió en nuestro cabildo con la presencia de voleibolistas, fotógrafos y cantantes; los resultados están a la vista —no dieron pie en bola— de este modo, la vindicta pública calificó a los últimos alcaldes y cámaras edilicias como los peores de nuestra historia republicana; cuyos estipendios fueron pagados por los lojanos mediante una onerosa carga impuestera municipal.

Sí bien es cierto, se dice que “mejor es persona conocida que por conocer”, no es verdad; porque da lugar a que permanentemente designemos a caudillos pueblerinos que se alternan en el poder y que nunca solucionaron los problemas de Loja; pero también nos defraudaron las personas poco conocidas y muy jóvenes, como fueron aquellos que se eligieron como prefectos, consejeros(anteriormente), concejales y asambleístas que por su servilismo con regímenes anteriores; perdieron su identidad para defender las aspiraciones de Loja.

Desconozco cuantas personas leyeron los planes que desarrollarán los candidatos ante el supuesto de salir triunfadores, cuyos parámetros lamentablemente no son medibles en el tiempo y que tan solo cumplen el requisito a medias; tampoco el CNE garantiza la seriedad de su procedimiento; que bien podrían servir para ser revocados ante su incumplimiento; porque conocemos que jamás ha habido una autoridad electa que haya avanzado en su totalidad con su propuesta enunciada.

Estimo que debemos apostar por candidatos maduros y equilibrados emocionalmente con una sólida formación académica, con una vida pública y privada transparente, creativa y de servicio social y público; que nos permita soñar con una Loja próspera, saludable e inteligente; en vista de que, la inversión de sus candidaturas las financiamos todos los ecuatorianos mediante la publicidad de CNE.