DÍA DEL CIVISMO ECUATORIANO

Campos Ortega Romero

campolin2010@hotmail.com

Al conmemorar el día de Civismo Ecuatoriano, cada 27 de febrero, cabe reflexionar que el civismo no es solo uno de los valores más importantes de la ciudadanía para demostrar el amor y respeto a la patria, sino también un modo de comportamiento basado en actitudes de respeto y tolerancia hacia el ejercicio de los derechos y libertades, al cumplimiento de las obligaciones y deberes como buenos ciudadanos, aun cuando todos seamos diferentes en etnias, costumbres, políticas, moral o religión.

En nuestro país, se considera fecha importante al 27 de febrero, teniendo como referente histórico la Batalla de Tarqui (1829), cuando por diferencias territoriales, derivadas de la posesión de los departamentos de Jaén y Mainas, se enfrentaron los ejércitos de la Gran Colombia y el Perú, también se celebra el Día del Civismo, del Ejército Ecuatoriano y de la Unidad Nacional. En suma, cuatro momentos de contenido histórico que son parte de nuestra nacionalidad.

Así este 27 de febrero se conmemora el centésimo nonagésimo cuarto aniversario de la gesta de Tarqui, cuyas cruentas jornadas se extendieron hasta las inmediaciones de Girón, cantón azuayo convertido en relicario de civismo por la Casa de los Tratados, inmueble patrimonial en el que, en un bien cuidado museo, reposan documentos, armas, municiones, uniformes militares, oleografías y otros testimonios de aquel conflicto bélico. Conviene recordar que el Ecuador de hoy, tantas veces cercenado por sus vecinos, desde su independencia del dominio español (1822) hasta mayo de 1830, formó parte de la Gran Colombia. Consideramos que es necesario mantener latente, en el alma ecuatoriana, el anhelo de engrandecimiento nacional y fortalecer el espíritu cívico, con hondo sentido de ecuatorianidad; que es beneficioso rememorar los hechos trascendentales de la vida de los pueblos, para que reafirmen sus ideales, mantengan su legendaria altivez y el sentido heroico de la vida, y vivifiquen la fe en la realización de su destino histórico; y que nada hay más exaltante que el sentimiento de la nacionalidad y el civismo como culto fervoroso a los símbolos de la patria.

En la actualidad el civismo está vinculado con el proceso de transformación que vive nuestro país, con el sentimiento del reencuentro con la identidad nacional, con la valoración de nuestros saberes culturales, y, por sobre todo, con la vivencia diaria de los valores cívicos para motivar a nuestros niños y jóvenes el amor a la patria, la veneración a la bandera, el respeto al Himno Nacional, la evocación al escudo y el tributo al patriotismo de nuestros héroes, junto a la justicia social e igualdad. Por ello, con respeto y consideración le pedimos al señor presidente de la República del Ecuador, Guillermo Lasso, cumpla con sus ofertas de campaña: educación para todos los jóvenes de nuestro país, cuidados especiales para nuestros “queridos mayores”, niños y jóvenes, de no ser así su presencia será destinada al pozo del olvido, sin pena ni gloria, castigo merecido a su desgobierno. 

La justicia social y equidad es quizá uno de los temas más delicados que tiene que ver con la sociedad en la que nos desenvolvemos, fácil mirar y colegir que, hoy por hoy, hay un elevado porcentaje de pobreza, de mendigos, que ha crecido notablemente el subempleo, personas que utilizan el portón de su vivienda para vender productos y obtener dinero que les permitirá solventar sus necesidades más apremiantes.

La justicia social se caracteriza por ser uno de los valores sociales más importantes en la sociedad. La justicia social vela por el bien común y la convivencia armónica de la sociedad en que se vive. La justicia vela por el equilibrio entre el bien individual y el bien común basado en los valores humanos fundamentales. En este sentido, la justicia social enfoca sus esfuerzos en la búsqueda de la equidad en las diferentes cuestiones sociales que aún son necesarias resolver. Señor presidente, usted tiene la palabra.

Finalmente, el 27 de febrero es el Día de la Unidad Nacional que constituye una búsqueda permanente de esa unidad sociopolítica de todos los ecuatorianos, decididos a progresar, a rechazar la corrupción, a trabajar para construir un futuro de dignidad y prosperidad de toda la nación ecuatoriana en beneficio de todos sus hijos. Así sea.