Ecuador entre los países más corruptos de la región

Un organismo internacional que realiza el monitoreo de parámetros a través de encuestas relacionadas a la transparencia, en 180 países, ubica a Ecuador en el puesto 36 en la escala de 100 (más transparente) a 0 (el más corrupto).

Mauricio Alarcón Salvador, director de Ciudadanía y Desarrollo, contacto nacional de Transparencia Internacional, le dijo a Diario Crónica que es un estudio de dos décadas, pero durante los últimos diez años ha registrado un estancamiento en la percepción de ser un país corrupto. “Esta calificación está vinculada directamente a la forma en que funciona el estado y sus instituciones, respecto de la lucha contra la corrupción, la facilidad para hacer negocios; en base a parámetros e índices internacionales y encuestas con especialistas anticorrupción en cada país”.

Los países mejor puntuados en América Latina son Uruguay, con 74%, Chile, con 67%, y Costa Rica, con 39%. Los indicadores que se toman en cuenta están relacionados a la independencia de poderes, cumplimientos de leyes y sanciones y, seguridad jurídica. Los peores puntuados resultaron ser Venezuela, 14%; Nicaragua, 20%; y, Haití con 20%, en cuyos países rigen sistemas de gobiernos autoritarios.

El estudio que muestra a Ecuador en la media de la región, como el país más corrupto, durante los diez últimos años, pone en evidencia que los parámetros que lo demuestran se han mantenido desde el gobierno de Rafael Correa, Lenin Moreno y continúan con Guillermo Lasso. “El estancamiento del país en tres gobiernos es evidente, cuando en la región tenemos puntuaciones que superan en duplicado al Ecuador, como es el caso de Uruguay, Costa Rica o Chile”, detalló Alarcón.

A criterio del delegado de Transparencia Internacional en Ecuador, las estadísticas demuestran lo terrible que está el país en materia de integridad y transparencia. “Lo que debe hacer el ciudadano común y corriente es contribuir a promover los valores porque la corrupción no solamente viene de lo público sino también desde lo privado”, recalcó.

Según estudio realizado en Ecuador, por Ciudadanía y Desarrollo, “9 de cada 10 personas consideran que la corrupción es un problema grave o muy grave”; el mismo número de ciudadanos desconfía de los esfuerzos del Gobierno para enfrentar el problema.

Alarcón Salvador, agrega que los cambios no deben ser liderados por los políticos, sino por la ciudadanía. “Si dejamos en manos de los políticos, vamos a seguir en la situación en la que estamos este momento; más bien, nos corresponde a nosotros activarnos, empoderarnos y hacer nuestro trabajo para exigir cuentas, de manera permanente, al poder”, puntualizó. Subrayó que las personas no necesitan permiso para ejercer sus derechos de participación.

“Debemos poner en debate a la corrupción a nivel nacional y no vinculada a una denuncia, sino a la normalización reflejada en la ineficiencia en los servicios públicos, y en cada una de nuestras actividades”, recomendó Alarcón Salvador.