Numa P. Maldonado A.
Mayo, el quinto mes del año calendario, con importantes celebraciones y recordatorios, dedicado a la Madre y a la Virgen María, antesala del solsticio, mes de las flores … Radiante mes que nos invita a la alegría, y al optimismo es, en este especial año, un mes de expectativas poco alentadoras, producto del ambiente caótico de desgobierno e inseguridad que vive el país.
Justo en pocos días de mayo de 2023 deben ocurrir eventos tan importantes para Ecuador como el relevo de las autoridades locales y seccionales, de la Asamblea Nacional y el evento de mayor importancia: el desenlace del largo proceso de enjuiciamiento político al presidente Lasso.
Lo cierto es que, precisamente en este mayo radiante y perfumado, cuando celebramos un aniversario más de Independencia y a nuestra Madre, que deberían regocijarnos y ponerlos optimistas, todos nos peguntamos:
¿Cómo terminará mayo? El liderazgo político nacional, inmaduro, incapaz e indolente por decir lo menos ¿dará señales de algún cambio, aunque sea vagamente positivo? ¿Seguiremos igual o peor que antes? La difícil situación, que muchos sabemos es estructural y, por lo tanto, tiene un largo recorrido histórico ¿tendrá la virtud de despertarnos positivamente, conduciéndonos a la unión y sensatez?
La verdad no lo sabemos. Tanta opinión divergente, alineada más a intereses de todo tipo (de poder, económicos, partidistas…), pero muy pocos basados en análisis objetivos y con fines altruistas y nobles, no hacen más que disminuir nuestras ingenuas esperanzas. Mientras el pueblo llano, que es la gran mayoría de la población y cada día recibe los más duros golpes de la inequidad y la injusticia, sigue escuchando desde siempre el mismo discurso demagógico de los mismos “políticos”, de “derecha o izquierda”. Pseudopolíticos y malos y corruptos ciudadanos que, usando cínicamente a los pobres y desvalidos como “materia prima” inagotable y eficaz para sus perversos fines, mientras permanezca como tales, no harán nada para mejorar esta triste situación que arrastramos desde siglo atrás. Porque simplemente no les conviene.
Si logramos ver con claridad esta vieja verdad, que siempre han tratado de ocultarla mañosamente los beneficiarios de siempre, y representa la causa madre (o estructural) de todas las desventuras, otro sería el panorama social del mundo de hoy: que un grupo minúsculo de enfermos de poder y riqueza material, nos siga gobernando, convirtiéndonos en esclavos modernos…
De modo que es hora ya de quitarnos la venda y actuar inteligentemente: empezar a hacer algo que nos permita en el mediano plazo (la cuestión no es fácil), vencer definitivamente este agobiante tipo de crisis socio-ambiental-moral, que amenaza con destruirnos a todos, incluyendo a los grandes causantes de la misma.
¿Cómo? Cambiando de actitud. En primer lugar, dejando el paternalismo tan metido mañosamente en nuestra conducta, que nos ha enseñado a esperar que todo nos lo den haciendo, sabiendo que siempre nos va a engañar como a niños, dándonos “caramelitos” o consolándonos con “dulces palabras de aliento o condolecida”… Cambiar, comenzando a actuar inteligentemente (la próxima entrega tratará el asunto).
Pero siendo positivos, crucemos las manos para que este mayo de 2023, mes luminoso y florido, alumbre nuestro entendimiento para conectarnos mejor con el pueblo oprimido y escapar de los eternos opresores y sus lugartenientes modernos…