El camino de las luciérnagas

Por: Sandra Beatriz Ludeña

El Camino de las Luciérnagas, así se llamó el desfile inaugural de la Octava edición del Festival Internacional de Artes Vivas Loja.  Un nombre muy bien elegido, sugerente y metafóricamente dado para este camino lleno de lucecitas, emitidas por el brillo de cada participante en la noche del 16 de noviembre del presente año.

Un camino interminable de danza, creatividad, belleza, carros alegóricos y festejo.  El Festival es una buena forma de iniciar las fiestas de independencia de Loja.  Fue un derroche de belleza, armonía, colorido, los comentarios describieron el evento como precioso, inolvidable, espectacular.

En el desfile que se desplegó a lo largo de la calle Simón Bolívar, desde la parte sur, a la altura del Cabo Minacho, y avanzó hacia el centro de la ciudad, se pudo apreciar, que, a más de la impresionante irradiación de alegría, de estética, trasmitió la razón por la cual nuestra ciudad y provincia, es denominada capital cultural del Ecuador.  

Las alegorías, las representaciones, colores, motivos, trajes de los participantes, las representaciones, y todo ha ahondado el significado de lo que esta ciudad a lo largo del tiempo ha ganado, un sitial como cuna de manifestaciones culturales y artísticas.

El camino de las luciérnagas dio cada paso con luz artística para el mundo, fue un vuelo de metáforas con un mensaje claro, que Loja es cultura, fue un soplo de plumas hermosas que salieron a volar en la noche humosa.

Los trajes de cada danzante, los tambores, las banderas, llevaban identidad, historia, tradición y civismo.  Amor no solo a una ciudad, sino a un país, que se une para celebrar las fiestas de independencia.

Fue una inauguración inspiradora, un mensaje penetrante de unión, que ingresa por los sentidos, que se exhala en la respiración, que retumba de los corazones de los lojanos. Como nunca, esta octava edición del Festival Internacional de Artes Vivas, ha logrado conmover a propios y extranjeros.   

Con estas manifestaciones, Loja ha marcado el inicio de una era llena de buenas obras, de mejores seres humanos, que luego de dejar atrás la calamidad de la pandemia, vuelve a incorporarse, con verdadera fuerza para vivir sus fiestas, para sentirlas y decirle al mundo, aquí estamos y dejamos huella como luciérnagas de la luz.

Los participantes apelaron a la nota musical gigante, al colibrí de alas magnas, a personajes como el Chavo y la Chilindrina, a los disfraces, a las caretas gigantes de guerreros, creando un mundo fantástico pero real, acercándonos a los indiferentes ciudadanos, para tomarnos del corazón y retornarnos a la capacidad de soñar.

Luciérnagas, bellas y reales en el vuelo y despliegue de luz, que han despertado un nuevo romance a Orillas del Zamora.