César Augusto Correa
El diario nacional La Hora del 15 de los corrientes tituló su editorial “El descalabro del Estado es una oportunidad” y es que nadie en los medios de comunicación se atreve a defender la administración de Guillermo Lasso y a negar que estamos viviendo una catastrófica situación económica. Pero si es generalizado el reconocimiento del estruendoso fracaso del gobierno, sin embargo, la gran mayoría de ciudadanos cae en una apreciación absolutamente falsa cuando afirma que el presidente ha sido un personaje vago, inútil e incapaz, pues en realidad Lasso ha trabajado intensa y exitosamente para conseguir sus objetivos.
Lasso y su gente desde hace mucho tiempo atrás han venido hablando de la necesidad y conveniencia de “achicar” el Estado. Y eso es lo que han hecho implacablemente en los últimos 6 años. No hay espacio estatal alguno que no hayan achicado, recortado, disminuido, debilitado. Sin descanso alguno y con la mayor prisa lo han venido haciendo, hasta en el presente mes; lo harán hasta el último día de permanencia en Carondelet. ¡Qué daños tan graves le acaban de hacer al BIESS!
Este nefasto proceso tiene como punto de partida la consulta popular del 04 de febrero de 2018. Al pueblo lo engañaron con el cuento de que era para combatir la corrupción, para castigar severamente a los violadores de menores de edad. Y el pueblo cayó en la trampa, bombardeado por millones de mensajes que difundió la prensa corrupta. El 60 % votó 7 veces Sí, ignorando la agenda secreta que tenía dicha consulta, muy a pesar de que se le advirtió que traería consecuencias trágicas, como hoy lo demuestra la realidad.
Con la ganancia del Sí, se procedió a disolver el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social elegido democráticamente y en su lugar se conformó uno “transitario”, con 7 vocales nombrados a dedo, que fueron escogidos de entre los ciudadanos que se comprometieron a votar a favor de todos los desafueros que necesitara la fracción más corrupta y voraz de la oligarquía. Y procedieron a desarmar todos los órganos de control: Fiscalía General del Estado, Contraloría, Consejo de la Judicatura, Corte Nacional de Justicia, Corte Constitucional, Procuraduría General del Estado, Consejo Nacional Electoral, Asamblea Nacional, Vicepresidencia de la República. Todo lo entregaron a manos descalificadas, violando decenas de veces las disposiciones de la Constitución, acabando la seguridad jurídica y generando un caos del que quizá comencemos a salir a partir de diciembre.
Ha sucedido lo que planificaron los organizadores de la Consulta Popular, principalmente Guillermo Lasso. Una hecatombe ha golpeado al Estado y a los trabajadores, mientras la gente más rica del país se ha alzado con miles de millones de dólares procedentes de los impuestos, la venta de petróleo y unos 40.000 millones más de deuda externa.