Dos mil millones más…

El Fundillo Monetario
aprobó más milloncitos,
como préstamo, bonitos,
y con cruento recetario.
Y lo digo sin ambages
que las dichas condiciones
de seguro son punzones
para el pueblo y personajes.

Y la deuda se hace inmensa,
y las obras no aparecen,
… o talvez desaparecen…
entre robos y vergüenzas.
Ojalá que esa platita
la utilicen con decoro,
como el último tesoro
que nos queda, almas benditas.

Ojalá que se cancelen
los salarios atrasados,
los aportes represados
¡Y ojalá… que no se lleven!
Ojalá que se reactiven
con los créditos baratos,
no a niveles de arrebato
y el trabajo se motive.

Ojalá que dicha plata
se destine al desarrollo,
y salgamos del embrollo
que nos hunde, que nos ata.
Ojalá a los municipios
les igualen sus aportes,
les subsanen los recortes
al umbral del precipicio.

Ojalá que a los doctores,
los empleados, profesores,
les igualen sus salarios
como un acto solidario.
Ojalá que ese dinero
sea bien administrado
y no sea malgastado
con matiz politiquero.

Y la deuda se hace grande
más inmensa que los Andes
y las obras son quimera,
no se ven y desespera.
El gobierno venidero
bailará con la más fea,
con la crisis que golpea
sin talegas de dinero.