Miguel Andrade Orellana
La Unión Nacional de Educadores declaró una huelga de hambre el 12 de julio en varias provincias del país, en la que participan maestros, estudiantes y padres de familia. La huelga de hambre es una forma de protestar en el mundo, en la que sus participantes se abstienen de ingerir alimentos y realizar el trabajo que cumplen normalmente, en perjuicio de aquellos a los que dirigen sus reclamos o sus quejas.
La huelga no se ha debilitado como afirman sus opositores, habiendo iniciado con 14 participantes ahora participan 56, a pesar de que tres maestros han sido retirados por quebrantamiento de su salud. Habiéndose iniciado la medida de hecho en Quito, Guayaquil, Cuenca y Portoviejo, ahora se amplía a otras provincias, con el apoyo de varias organizaciones, entre ellas: la Conaie, EL Frente Popular, la FESE, la FEUE, la Feunassc.
La protesta estalló como respuesta a la acción malévola de abogados allegados al círculo del presidente Lasso, quienes han planteado la inconstitucionalidad de la Ley Reformatoria de la LOES, ante la Corte Constitucional, tratando de justificar que las reformas aprobadas por la anterior Asamblea Nacional no tienen el financiamiento correspondiente, argucia para la cual inflaron las cifras de manera inescrupulosa.
Con estos antecedentes, recordemos que la LOEI, fue legalmente aprobada por la anterior Asamblea Nacional, sancionada favorablemente por el expresidente Lenín Moreno y publicada en el Registro Oficial conforme a las normas constitucionales. Por lo expuesto, estamos seguros que la Corte Constitucional, por la justicia que le asiste al magisterio, negará el pedido de declarar inconstitucional las reformas a la Ley Orgánica de Educación Intercultural.