Nuestros avances y retrocesos

Al finalizar el año, en casi todas las instituciones, organizaciones y proyectos se realizan las denominadas evaluaciones para determinar el cumplimiento de objetivos en cada una de esas instancias.

Nos parece que esta experiencia debemos trasladar a nuestra vida personal y familiar, es decir, reflexionar en qué ámbitos hemos mejorado como seres humanos y en qué realidades hemos retrocedido en nuestros comportamientos como seres humanos.

Esta experiencia puede aplicarse a nuestras relaciones con los familiares y con las amistades, en nuestras vidas de cada día.

¿Cómo iniciar y mantener esta experiencia durante nuestra vida? Afortunadamente no hay recetas, cada persona debe buscar y encontrar su propio camino. El ser humano es un conjunto formado por el cuerpo físico, la mente, las emociones y el “alma o espíritu”. Todos estos elementos están interrelacionados y no los podemos entender por separado, ya que configuran un todo. En la sociedad en la que vivimos se nos dice que lo ideal es que estos tres elementos estén en equilibrio. Sin embargo, encontramos que la mayoría de la población le da mucha importancia a la mente y cultiva el cuerpo pero esconden y obvian las emociones.

Les presentamos algunas ideas para autoevaluarnos:

“Tenemos que conocernos para empezar a reconocernos, para saber todo lo que podemos aprender del otro. El sistema dominante de hoy nos impone una verdad única, una única voz, la dictadura del pensamiento único que niega la diversidad de la vida y que por lo tanto la encoge, la reduce a la casi nada. Lo mejor que el mundo tiene está en la cantidad de mundos que él alberga, y eso vale a su vez para América Latina. Lo mejor de ella es la cantidad de Américas que contiene: un “arcoíris terrestre, que ha sido mutilado por unos cuantos siglos de racismo, de machismo y de militarismo. Nos han dejado ciegos de nosotros mismos. Es necesario recuperar la diversidad para celebrar el hecho de que somos más que lo que nos dijeron que somos. No hay que tenerle miedo a la verdad de la vida. Hay que celebrarla, porque lo mejor que tiene la vida es su diversidad. El sistema que domina el planeta nos propone una opción muy clara. Hay que elegir, a ver si querés morirte de hambre o de aburrimiento. Yo no me quiero morir de ninguna de las dos”. El latido inmortal de Eduardo Galeano.

“Bajo la piel se ocultan deseos nunca formulados, aflicciones recónditas, marcas invisibles”. Isabel Allende.
“La paz del campo se metió en el alma,/nada tiene de raro/que llegue el último ocaso/
mientras se muerde una guayaba”. Alicia Yánez Cossio: Ocaso.

“En este mundo tan codificado con internet y otras navegaciones, yo sigo prefiriendo el viejo beso artesanal que desde siempre comunica tanto”. Mario Benedetti.
Adiós al 2021 y feliz 2022.