
Han pasado 72 años desde el fallecimiento del ilustre ciudadano gonzanameño, Dr. Lautaro Vicente Loaiza Luzuriaga, presbítero de la Diócesis de Loja, y 174 años desde su nacimiento en el sitio El Toldo del cantón Loja, (ahora del cantón Gonzanamá); merece recordarlo porque sus obras materiales aún existen; su mensaje espiritual ha trascendido y su visión futurista se ha plasmado en realidad, con excepción del ferrocarril para Loja.
Hijo legítimo de Daniel Loaiza y Carmen Luzuriaga. Fue bautizado el 13 de enero de 1869 en la iglesia de Santo Domingo de Gonzanamá, por el presbítero Guillermo Dávila, cura teniente de esa Santa Iglesia, con licencia expresa del cura párroco Francisco Hidalgo. Falleció el 05 de junio de 1959.
Luego de realizar los estudios correspondientes y haberse ordenado in sacris, como presbítero de la Diócesis de Loja, estudió un año de medicina, dejó esta carrera y se dedicó al estudio de la Jurisprudencia y el Derecho y obtuvo la muceta de abogado.
Cuando estuvo en Zaruma, le asignaron una escuela, como no tenía imprenta, hizo imprimir en Guayaquil, la revista pedagógica para compartirla con sus alumnos.
En Alamor, parroquia del cantón Celica, (ahora del cantón Puyango), durante los 22 años (1913–1935) de apostolado en esta feligresía de San Jacinto, hay obras materiales que aún perduran en el tiempo; el Reloj Público de 8 esferas de origen alemán; en el año 2007, se convirtió en Patrimonio Cultural del Estado.
Construyó las primeras torres e iglesia de Alamor; en la bendición de la “Primera Piedra” manifestó: “Nosotros construimos este templo de madera, y Dios bendiga este trabajo en nuestros descendientes, para que ellos, andando los tiempos lo levanten de nuevo, con piedra para toda perpetuidad”.