Las limitaciones, anclarse en el conformismo   

Por: Lcdo. Augusto Costa Zabaleta 

El miedo se nos enquista cuando se nos han clavado demasiadas derrotas en los huesos y escogemos las marcas de nuestras cicatrices como un alfabeto para describirnos; no hay forma de vencer al miedo si lo enfrentamos con una visión limitada de nosotros, debemos sacarnos del cuerpo los pensamientos limitantes que acumulamos como fósiles; no dejes de desaprender, creer que ya sabemos todo y suficiente es una extraña señal de que estamos listos para morir.

Para desarmar las trampas del miedo hay que enfrentar las limitaciones de las que nos convencemos nosotros mismos y que encuentra su origen en la adopción del aprendizaje porque impactan de manera trascendente en cómo te defines y cuánto miedo te permites tolerar; la sabiduría también es aceptar que nos hace falta todo por aprender. 

Existe una íntima relación entre la manera en que nos vinculamos con el conocimiento y como a través de este hacemos una evaluación de lo que creemos ser; en función de estos criterios se han descrito dos modelos de pensamiento: la mentalidad fija y la mentalidad de crecimiento; las personas de mentalidad fija consideran que sus habilidades no cambian, motivo por el cual les cuesta esforzarse “yo soy malo en matemática”, “yo no entiendo inglés”; por el contrario, los de mente de crecimiento sí piensan que pueden mejorar y que eso lleva tiempo y esfuerzo. 

Estas ideas fueron propuestas por la psicóloga Carol Dweck y nacen de sus investigaciones sobre práctica escolar, pero son mucho más amplias, pueden definir en gran medida nuestra aproximación al éxito o al fracaso; este criterio tiene sensibles implicaciones para el éxito en la vida, porque las personas con mentalidad de crecimiento se esfuerzan por expandir sus conocimientos, los de mentalidad fija se preocupan más por probar lo que saben; abandonar la curiosidad, aunque se vaya al fracaso, será mejor que anclarse en el conformismo. 

Los jóvenes no necesitan recompensas por lo bueno que son, si no por su valentía de intentar, de empeñarse y de perseverar; podemos resumir que, con la perspectiva adecuada, cada dificultad es una oportunidad, cada cosa por conocer, un hermoso reto; la mentalidad de crecimiento convierte cada dificultad en un estímulo, cada elemento desconocido se transforma en un reto, algo que la mentalidad fija rechaza porque no está basada en lo que ya sabes; la innovación es que solo se siente cómoda cuando puede demostrar sus cualidades. 

Lcdo. Augusto Costa Zabaleta 

Ced. #: 1100310455