Todos menos el negro

Ruy Fernando Hidalgo Montaño

Un considerable sector de la población de los Estados Unidos de Norte América, tiene actitudes xenofóbicas hacia los habitantes afrodescendientes, como hacia los emigrantes de origen Latino Americano.

Eso quedó evidenciado en el penoso incidente ocurrido en la ciudad de Minneapolis del estado de Minnesota, cuando por un supuesto delito de falsificación de un billete de 20 dólares, el ciudadano afroestadounidense George Floyd, murió a plena luz del día lunes 25 de mayo de este año, hallándose bajo custodia policial, en circunstancias en que el oficial de policía Derek Chauvín por presunta resistencia al arresto, puso su rodilla en el cuello de Floyd durante más de 7 minutos, pese a que este se quejaba reiteradamente de que no podía respirar. Fue necesario llamar a una ambulancia para tratar de reanimarlo, pero en el trayecto al hospital se comprobó su deceso. El hecho probablemente no se hubiera conocido de la manera que se conoció, si una transeúnte que circulaba por esa calle, no hubiera grabado el abuso y la brutalidad policial, con su dispositivo móvil para luego subirlo a redes sociales, o talvez habría quedado impune, como ha pasado con otros casos de uso exagerado de la fuerza por parte de la policía.

Esto deja claro que la violencia de los uniformados, no solo es patrimonio de los países del llamado tercer mundo, sino que se da en el primer mundo también, pero en ningún caso se justifica, ni se puede solapar de parte de los superiores de las fuerzas de seguridad de ningún estado, peor aun cuando se aplica violencia ante un hombre desarmado al que se lo tiene sometido en el piso, y sin razón alguna se obstruye su respiración, provocándole la muerte. Comprendo perfectamente que los elementos policiales y militares tienen derecho a precautelar su integridad personal, pero se ha visto en muchas ocasiones, que estos malos miembros de las fuerzas del orden, utilizan de forma excesiva maneras coercitivas frente a ciudadanos indefensos. Y cuando de verdad deben repeler a la delincuencia real, son más bien blandos e indulgentes con los hampones de las grandes ligas, por llamarlos de algún modo.

En el país del norte la ira colectiva se ha desatado en varios estados de la unión, incluso se ha quemado un edificio de la policía, la conmoción internacional no se ha hecho esperar condenando y rechazando este tipo actos. La víctima de 46 años deja en orfandad a una niña de 6 años. George Floyd hasta hace poco se desempeñaba como guardia de seguridad de un albergue para indigentes, los que lo conocieron lo recuerdan como un tipo que, pese a su corpulencia física, era pacífico y hasta dulce, buen deportista, y un poco conocido en el ambiente del hip hop de su ciudad. Una vida joven cegada por la prepotencia policial. Ya suman 12 las muertes bajo custodia de la policía en los últimos tiempos, en los Estados Unidos. ¡Por una rarísima casualidad todos de raza negra! Uno de los más recordados el de Erik Garner, abatido a bala en 2014, caso, en el que estuvo implicado el oficial autor de la muerte de Floyd.
Si en un país, desarrollado donde se manejan altos estándares en la formación de su cuerpo policial, pasan esta clase de tristes y abusivos casos ¿Qué puede suceder en el Ecuador con el anuncio hecho por el gobierno en recientes horas de permitir el uso progresivo de armas y fuerza por los elementos policiales y militares? Cuando todos sabemos el nivel de formación que tienen acá.

¿No será que se están anticipando a la protesta social que se viene por las medidas económicas? En fin, no quiero ser agorero del desastre, o como dirían los policías. Procedamos a ver como desarrollan los hechos, para luego proceder a juzgar.
Volviendo al tema que originó este comentario, parece que Alberto Cortez tenía razón en su canción “Los Americanos” interpretada por Piero. Un buen número de norteamericanos, tolera todos los colores, todos, menos el negro, al que no considera del buen gusto americano.