Equinácea

Alfonso Palacios Cueva  

Descripción. La equinácea es planta ornamentalporposeer flores de distinto color y fragancia.

Pertenece a la especie de los antófitos y a la familia de las compuestas; existen una gran variedad de ejemplares como efecto de la conjunción de familias y géneros del rango de las compuestas. La equinácea es planta inicialmente originaria de América del norte, conocida desde remotos tiempos por su efecto duplicador por lo que los antiguos mercaderes de las plantas exóticas las trasladaban de un continente a otro. Pero existen las subespecies originarias del continente americano con presencia en centro y sud América. En nuestro medio es evidente la presencia de las equináceas para adornar huertos, jardines y terrazas, toda vez que esta especie se reproduce a través de sus raíces.

La equinácea crece desde un tubérculo que al ser plantado en suelo fértil desarrolla un tallo erguido de estructura hebrosa y hueca que a partir del primer mes de su desarrollo comienzan a emerger las primeras hojas de color verde claro de figuras lanceoladas apareciendo de manera escalonada desde la mitad el tallo hacia arriba para dar lugar a la floración, cuyas flores consisten en un botoncillo a primera vista y luego revientan un capillo floral constituido de muchas hojuelas en torno a un cúmulo de semillas protegidas con un polen de color nácar, amarillo o rosado, las que emanan un olor muy fragante, propio de estas plantas de capacidad exótica.

La equinácea a mas de ser planta indispensable para ornamentar jardines con sus flores se pueden confeccionar la mas variada gama de conjuntos florales destinados a cumplir la demanda del mercado de las floristerías.

La equinácea es una planta con mucha tradición para ser considerada como uno de los elementos para la elaboración de fórmulas aplicadas en medicina herbolaria (tradicional o casera). Es así que para ayudarse en dificultades de salud humana que contribuyan a favorecer en la sinergia de enfermedades ya sean de origen benigno o maligno la equinácea es uno de los paliativos para desinflamar glándulas como las amígdalas, la faringe, la laringe, y los bronquios del sistema respiratorio superior, así también para favorecer en la curación de afecciones gripales, particularmente en el resfrio común. Pero además ayuda en el mejoramiento de enfermedades del sistema renal para desinflamar la vejiga y el sistema uretral. Las cataplasmas de los tubérculos de la equinácea sirven para bajar la congestión generada por enfermedades bacterianas como la sífilis, la salpingitis, y todos los problemas congestivos del sistema urinario tanto en hombres como en mujeres.

La equinácea podrá ser utilizada sesenta gramos de sus tubérculos, machacados y hervidos en un litro de agua por diez minutos para tomar una taza cada tres horas por nueve días, para afecciones diversas del cuerpo humano; y en forma externa se utilizarán igualmente los tubérculos chancados para aplicar cataplasmas en las partes afectadas de las personas padecientes. Y sí se quiere favorecer el sistema inmunológico para prevenirse de contagios de tipo viral se podrá tomar infusiones de las flores y el tallo; las raíces preparadas en agua hirviente por diez minutos con un peso de las partes de la planta en noventa gramos, se tomará antes de las comidas principales. De la forma antes indicada estas fórmulas no contienen contraindicaciones.