Marco Antonio Muñoz Mendieta

Esta peyorativa locución latina describe las circunstancias por las que actualmente atraviesa nuestro país. A eso se llama pan y circo, son los narcóticos de la antigüedad y de la actualidad. Práctica que los gobernantes han utilizado para mantener tranquila a la población y ocultar hechos controvertidos. El exceso de información produce dos terribles consecuencias: muchas de las noticias que circulan son bulos que desorientan entre la verdad y la mentira, y la opinión pública termina por narcotizarse como consecuencia de esa sobreinformación. Hemos perdido la capacidad de asombrarnos.

Cuando ya pensábamos que lo habíamos visto todo, un nuevo escándalo nos sorprende y desvía la atención de los anteriores acontecimientos. Cuando gobiernan los populismos, las barahúndas se suceden cada semana, o cada día, y el ciudadano -lector, oyente televidente internauta y votante- pierde referencias. Los demagogos logran que sus mensajes calen y los populistas repiten sus engaños ante la aparente minoría de edad del pueblo. Las palabras, además, pierden su significado y los hechos son tergiversados, a la vez que se persigue sin rubor al que se atreve a disentir de la verdad oficial. Veremos entonces en las próximas elecciones a un sinnúmero de “salvadores de la patria” venditio fumi, que con sus promesas falsas convencerán el aletargado espíritu de nuestros compatriotas, y sin que siquiera nos demos cuenta, volverán a ocupar los curules tan ambicionados, volviendo a repetir el círculo vicioso que tanto daño ha hecho al país. Todo eso ocurre ahora mismo en Ecuador. Ya saben que, cuando se produce algún desastre natural, lo primero que falta es el agua potable. Después aparecen los chamanes y los vendedores de “crecepelo”. Y el calvo, en su desesperación, lo termina creyendo. Es hora de despertar de nuestro aletargamiento para no repetir los errores del pasado. Nos resta entonces volver a tener fe en la clase política que ha perdido sus ideologías y sustentan sus funciones en sus intereses personales.