
El 31 de diciembre como el propósito de dejar atrás el pasado y recibir el nuevo año, la ciudadanía lanza fuegos artificiales al aire, sin embargo, los más afectados son los niños que padecen Trastorno del Espectro Autista (TEA) debido a su hipersensibilidad auditiva.
Circunstancias
Miedo, ansiedad, estrés e ira son algunos de los efectos que experimentan los niños al escuchar el estruendo de la pirotecnia.
Diana Morocho, madre de un menor con autismo, indicó que los pequeños con este trastorno también tienen derecho a disfrutar de las fiestas sea Navidad o Fin de Año; solicita que se reduzca la pirotecnia o los sonidos muy fuertes en los alrededores.
“Los sonidos bruscos hace que haya demasiada estimulación auditiva, sube el nivel del estrés que podría llevar a que ellos empiecen a golpearse o acciones que podrían afectar su integridad”.
Daniela es madre de otro niño con autismo. Relató que cada fin de año, los minutos se convierten en horas porque el comportamiento de su pequeño cambia al momento de escuchar el ruido fuerte. “Ante esta situación, le colocamos audífonos aisladores de sonido durante el tiempo que sea necesario hasta que deje de sonar los juegos pirotécnicos, aunque cree que la mejor solución para las familias que tenemos niños con TEA es evitar la comercialización de estos productos”.(I).