Todo es llanto y desconsuelo,
todo sabe a podredumbre,
llanto, moco y pesadumbre
con carita de recelo.
La familia está de duelo
porque ha muerto el vejestorio
y en legítimo velorio
en unión lo recordamos
y de paso constatamos
las herencias y abalorios.
Dice el muerto: yo le dejo
a mi Guillo presidente
más cariño de su gente
y le quito lo pendejo.
Si señores, yo me quejo
por el trato de a patada,
por sus cursis cantinfladas
y su falta de trabajo;
su completo desparpajo
que se ve entre cejo y cejo.
Yo le dejo a Guillermino
una brújula y resorte
para ver si agarra el norte
y nos lleva a buen destino.
Yo me aprieto el intestino
sin comida ni camello
soportando el atropello
de las chapas nacionales
en los paros principales
donde el golpe ya es el sello.
Al montón de asambleístas
que se pasan en insultos,
por mostrase poco cultos
no les doy, por arribistas.
En amarres son artistas
-unos más, otritos nada-
yo les dejo una nalgada
y le pido más entrega,
no la vida palaciega
en la patria maltratada.
A los jueces más golosos
cuyos fallos son del tiro,
yo los dejo medio chiros
sin sus sueldos tan jugosos.
Hay algunos “agenciosos”
que liberan en instantes
a los narcos, los maleantes
y a otros burdos delincuentes
cuando hay pruebas evidentes
de sus actos aberrantes.
A mi suca Patricita,
alcaldesa de mi Loja
yo la veo en cuerda floja;
es decir, preocupadita.
Yo te pido alma bendita
que nos tapes esos huecos
donde andamos medio chuecos
los ancianos, niños, guaguas;
inclusive hasta sin agua,
sin bañarnos y resecos.
A Rafico mi prefecto,
haz las pases, gran crestón,
con el mote y chicharrón
e inauguren el afecto.
Con mi verso tan selecto
te pedimos con buen tino
que no apoyes a Mancino
tan de frente y con costales
de regalos y otros “reales”
en los sitios pueblerinos.
Con tristeza y gran congoja
yo le pido, por favor,
al señor gobernador
más gestión para mi Loja.
El cariño se deshoja
cuando vemos que don Guillo
no nos suelta, picarillo,
grandes sumas de dinero
para puentes, carreteros
hospitales y capillos.
A los pillos y rateros
que pululan esta tierra
les declaro abierta guerra
y los chino en el trasero.
No nos roben el dinero
con sus métodos bestiales,
ni nos maten, animales,
por las huevas, en un rato,
al estilo sicariato
y otras formas infernales.
A mis hijos informales
que nos venden, hasta penas,
yo les pido por las buenas
que respeten los portales.
Guarden, guarden los tamales
que los ponen en el suelo,
guarden, guarden los pañuelos,
las alforjas, palosanto,
la loción para el espanto,
el tabaco y caramelos.
Yo les dejo a los taxistas
su licencia retenida
por las formas tan suicidas
de llevarnos en las pistas.
Me perdonan que yo insista
y reclame hasta con fotos
a los tipos de las motos
que se cruzan sin aviso,
luego vuelan por el piso
con su casco y huesos rotos.
Como ven hemos llegado
al final del testamento
y ya mismo, en un momento,
voy a ser bien chamuscado.
Solo pido, condenados,
que me entierren con mis lentes,
con un litro de aguardiente
y una bolsa de chamico
y me cierren el hocico
de una vez y para siempre.
Por: Tico
DATOS DE IDENTIFICACIÓN
Autor: Efrén Eduardo Sarango Palacios
Pseudónimo: Tico
1102444609
Celular: 0987215948
Loja