Las mascotas y su industria

Diego Lara León

Revisando informes económicos mundiales me encontré con uno que llamó mi atención por el enorme crecimiento que ha tenido, pero mas por el crecimiento que provocará en los próximos años. En el 2021, el tamaño del mercado mundial de alimentos para mascotas se valoró en USD 110.530 millones. Si esta cifra nos parece grande, les comento que, para el 2029, se espera un crecimiento a 170.000 millones. Resulta que la creciente tasa de propiedad de mascotas en todo el mundo, especialmente en países en vías de desarrollo, es uno de los principales impulsores del mercado de mascotas.

En el Ecuador, en los últimos 20 años, el crecimiento de la industria vinculada a mascotas ha crecido 44 veces, hoy son más de USD 140 millones de ventas internas en este sector cada vez más atractivo.

Desde tiempos inmemoriales, los seres humanos han compartido un vínculo especial con los animales. Esta relación ha evolucionado a lo largo de la historia, pasando de la caza y la supervivencia, a una conexión emocional profunda y mutuamente beneficiosa. En la actualidad, las mascotas ocupan un lugar importante en la vida de millones de personas en todo el mundo.

Está totalmente comprobado que las mascotas, ya sean perros, gatos, pájaros o incluso reptiles, aportan una amplia gama de beneficios emocionales a quienes son privilegiados de tenerlos.

Las mascotas pasaron de ser simples “guardianes”, a ser un miembro de la familia que nos ofrecen amor incondicional y compañía.

Interactuar con mascotas, acariciarlas y jugar con ellas libera endorfinas, lo que puede reducir el estrés y la ansiedad. Esto puede ser especialmente beneficioso en momentos de tensión.

Pero existen sobre todo perros y algunos gatos, que han superado el título de mascota y han pasado a ser animales de contención emocional, de compañía, de asistencia. Es decir, son fundamentales para mejorar la calidad de vida de quien por diferentes circunstancias requiere un apoyo.

También hay los animalitos que trabajan y hacen bien a una comunidad: perros policía, detectores de drogas y explosivos, y los impresionantes perros rescatistas de personas en sitios de siniestros.

La relación de las personas y sus mascotas han cambiado sustancialmente en las últimas décadas. Hoy son queridísimos miembros de los hogares, sin embargo, aún existen personas que se resisten a considerar a las mascotas como “un hijo más”. Si piensan así, no esta mal, tampoco lo está el ser muy cercano a ellos. Humanizar las mascotas quizá no esté bien, lo que sí debe ser imprescindible es darles una vida digna, no maltratarlos y devolverles un poco del cariño sincero que nos brindan.

Estoy seguro que el mundo sería mejor, si quisiéramos a los demás, un poco como nos quieren nuestras mascotas.

@dflara