Médicos: “Fue triste observar como gente joven fallecía en UCI”

Este lunes 21 de febrero se conmemora el natalicio de Eugenio Francisco Xavier de la Santa Cruz y Espejo, médico ilustre, pionero de la profesión médica no solo en el Ecuador sino en el mundo. Esta es una fecha emblemática que recuerda a la ciudadanía la labor que cumplen estos profesionales en favor de la salud.

Trabajo

Dos profesionales de la salud narraron sus vivencias en los momentos álgidos de la pandemia y recomiendan a la ciudadanía seguir cuidándose porque la enfermedad no ha terminado.

Sheyla Cristina Contento Ramón, quien laboró en el área de emergencia COVID-19 del Hospital General Isidro Ayora, relató a Diario Crónica que en este marzo se cumple dos años de la lucha constante contra la enfermedad SARS-CoV-2. Recuerda que ella fue parte del equipo que recibió a la paciente cero, quien era la portadora de un virus extraño.

“El miedo y desconocimiento, hace dos años, tenía en ascuas al personal médico, para ello, se extremaron las precauciones para evitar llevar el virus a los hogares. Una de las medidas de bioseguridad fue la colocación de varios trajes y las mascarillas que resultaban incómodas, luego la desinfección en las duchas”. 

“En el área de emergencia se observa desde pacientes leves hasta graves. Era triste cuando llegaban personas en estado de salud crítico, pero su estado de conciencia lúcido. Muchos murieron y otros se recuperaron, pero lo que llegaba al corazón es que eran pacientes jóvenes de 30 a 40 años de edad y la mayoría no se despidieron de sus seres queridos antes de fallecer”.

También recuerda a una paciente de 30 años de edad, quien entre lágrimas le preguntó si la iban a intubar y la respuesta fue afirmativa. “Me dio mucha tristeza porque solo vía telefónica se despidió; afortunadamente, tras varios días en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) su estado de salud mejoró”.  

Resalta que el cuidado le ha permitido no contagiarse hasta la fecha, aunque su familia sí contrajo el virus, pero con sintomatología leve.

Pérdida

Fabián Agustín Lozano Samaniego, responsable de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital General Isidro Ayora, relató a Crónica que la pandemia al inicio trajo demasiada incertidumbre por ser una enfermedad nueva, no se conocía cómo evolucionaba y su contagiosidad era demasiado rápida.

“No había una cura por lo que al principio se probaron un sinnúmero de medicamentos en los tratamientos compasivos (no tienen evidencia científica) ya que la mortalidad iba en aumento”.

Recuerda que entre los primeros pacientes hubo una adolescente de 15 años de edad y un adulto mayor de 90, quienes tenían los mismos síntomas. La mujer se recuperó tras más de 15 días en UCI.

Añadió que para él, “la protección fue clave para no contagiarse, aunque los trajes provocaban que haya deshidratación, además, estar tiempos prolongados sin hidratarse o consumir alimentos hasta terminar los turnos de 12h00“. Actualmente, las medidas de bioseguridad disminuyeron, lo cual les permite tener un estilo de vida más saludable dentro del trabajo.  

Madre

El especialista con tristeza narró que, a pesar de ser médico, a su familiar no pudo ayudarle; “mi madre contrajo el virus y a pesar de todo el esfuerzo ella falleció“. Sin embargo, “también era conmovedor observar a jóvenes morir”. 

Contagio

En su caso, narró que  “recién me contagié al igual que mi familia, por lo que los síntomas fueron leves; sin embargo, recalco a la ciudadanía que la pandemia no ha terminado por lo que recomiendo: primero, vacunarse; utilizar mascarillas preferibles KN95 en lugares públicos; y evitar aglomeraciones”.(I).

 Dato  

El 40% de los médicos del Hospital General Isidro Ayora se ha contagiado de la COVID-19.