Efrén Sarango Palacios
Todo el mundo está en campaña
de manera anticipada;
mi vecina colorada
y la hermana de Magaña.
Se los ve por la mañana
caminar con sus aliados
optimistas, apurados
con carteles nuevecitos
que los paga el dinerito
que han tenido bien guardado.
Se lo mira a don Vicente
en las radios principales;
se lo escucha a dos Rosales
con su verbo miente y miente.
No se queda mi pariente,
mi tocayo despistado
caminar con sus agnados
por los barrios circundantes
a la espalda tres parlantes
y una perra de anisado.
Luego asoma don Lorenzo
de la mano de don gato
en completo desacato
a la norma… son intensos.
Van y vienen, luego pienso
que la ley no les importa
pues la vida es dulce y corta
rebuscándose los votos
en los sitios más remotos
en procura de la torta.
La campaña va en subida
como espuma de cerveza,
de los pies a la cabeza
con mirada descosida.
Luego asoma doña Lida
caminando por las calles
de Las Pitas, Sauces, Valle
arengando a sus pupilos
en las mañas, los estilos
por si acaso el triunfo falle.
Atrasito va don Duarte
agitando su sombrero,
bien forrado de dinero
con afanes de comprarte.
Esta época es el arte
de comprarnos panza llena,
con culantro, hierbabuena,
camisetas y llaveros,
cigarrillos, pan, esferos
y las risas de las nenas.