Quilanga, 15 de septiembre 2023
La provincia de Loja y sus habitantes, por historia, ha sido y es una gran cultivadora y productora del café. Sus cantones, sus parroquias y añejos se nutren de su aroma y sabor. El habitante de la geografía lojana lleva consigo una esperanza, junto a la planta del café que año a año, en su florecimiento y cosecha, alegra las vidas de la familia.
El café es parte importantísima de la identidad lojana. El café viene cultivándose en la provincia desde hace casi 200 años, los datos históricos muestran como la producción con los años ha ido mejorando, las nuevas generaciones dedicadas al cultivo de la tierra, imbuidos de conocimiento y técnicas, han permitido un aumento de la producción y con ello la mejora del cuidado, para evitar sus plagas. Hoy, están empeñados en la producción de especialidad y su procesamiento y así han nacido distintas marcas de café lojano que se exponen en diferentes vitrinas del país y del mundo.
La Universidad Técnica Particular de Loja, en sus proyectos de investigación y vinculación con la comunidad, viene plasmando algunos proyectos de beneficio a la comunidad, a los agricultores, emprendedores, entre ellos el del café. Comunicacionalmente emprende una campaña de posicionamiento del exquisito café y fruto, de ello presentó, en el mes de mayo, su primer producto: “Café de Loja, Ciencia, Arte y Tradición”.
Para la UTPL y sus investigadores, “el café es más que un producto, es un patrimonio. Un cultivo que hace 200 años no estaba presente en el territorio y que ha sido capaz de transformar el espacio físico y cultural, con un gran impacto económico y social, tanto en áreas rurales como urbanas. Las condiciones ambientales unidas a la evolución en la producción han convertido al café lojano en el gran referente de la caficultura”.
Estas breves líneas expresan el sentir del agricultor, del investigador, del comunicador. La ciencia lleva a mejorar y ampliar los conocimientos empíricos para transformarlo en un producto de calidad por su riqueza de climas y microclimas de altura, por la calidad del agua y por su cultivo en el marco de ambiente saludable de buenas prácticas agropecuarias.
Es arte porque sensibiliza a los agricultores en esa empatía con el cuidado de la tierra, el proceso de siembra, cuidado, cosecha, procesamiento y expendio requieren de habilidades técnicas, científicas, socioemocionales, pero sobrecargadas de un humanismo que nos lleva a un equilibrio de vida entre el ser (la vida) y el hacer (acción), así preservamos, conservamos y regeneramos con buenas prácticas los cultivos. Es arte, además, porque el café es sabor, es aroma, es variedad y para ello debemos saber prepararlo, degustarlo y hacerlo parte de la vida.
Es tradición porque su llegada a Loja, y permanencia por más de 200 años, hace que generaciones de hombres y mujeres han vivido junto al café y han sido partícipes de sus beneficios, así como han saboreado sus dificultades; sin embargo, entre alegrías y desesperanza, el café ha salido avante, los productores han forjado sus familia y fruto de ellos tenemos grandes profesionales en nuestra ciudad y provincia con sueños de seguir posicionando a la provincia de Loja como la generadora del mejor café de altura.
Es el momento de correr en busca de la ciencia, del arte y la tradición del café, lo mejor está por llegar y debemos estar preparados.