Leonardo Chamba H.
Sobre la historia del pasillo, el escritor guayaquileño Alberto Morlás Gutiérrez afirma que el lied alemán, producto del romanticismo a inicios del siglo XIX, tiene una estructura técnica muy semejante a la del pasillo; mejor dicho, este se parece a aquel.
Por su parte, el quiteño Alejandro Pro Meneses dice que el pasillo no nació en Ecuador, pero se nacionalizó en nuestra patria, adquirió su propia nacionalidad y es aquí donde consiguió su mayor desarrollo. Para la investigadora Ketty Wong, el pasillo es un género musical que llegó a territorios ecuatorianos con las guerras independentistas a principios del siglo XIX. Mientras que el historiador quiteño Alejandro Andrade Coello, sostiene que este género llegó exactamente en 1877 desde Colombia, primero a la ciudad Quito. En los siglos XIX y XX las bandas de música, como la Banda de la Sociedad Primero de Mayo de Loja (1921), Banda de la Sociedad Obreros de Loja (1922), Banda de la Fábrica Textil El Prado de Riobamba (1925), Banda de la Sociedad Alianza Obrera del Azuay, Banda del Gremio de Albañiles de Guápulo, Pichincha, contribuyeron mayormente a la difusión del pasillo. Según el investigador Mario Godoy, aparte del pasillo costeño, en la Sierra se reconocen variantes como el pasillo de la Sierra Norte, el de la Sierra Sur, y, el pasillo lojano. Como lojanos, estamos orgullosos de que, a través del tiempo, la historia haya reconocido a las obras de nuestros compositores Salvador Bustamante, Segundo Cueva Celi, Manuel de Jesús Lozano, Marco Ochoa Muñoz, por mencionar los más conocidos, como una categoría especial de música de pasillo, o, como dice la investigadora Sylvia Herrera, un subgénero particular de pasillo.
Sobre el reconocimiento a los géneros musicales mundiales, es conocido que en el año 2008 la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), estableció un programa con el propósito de salvaguardar diferentes tesoros orales e inmateriales, entre ellos los ritmos latinoamericanos, habiendo sido aprobados hasta la actualidad los siguientes: el Tango de Argentina (2009), la Danza de las Tijeras de Ayacucho, Perú, (2010), La Pirekua de Michoacán, México (2010), Música de Mariachi de México (2011), Capoeira de Brasil (2014), el Vallenato de Colombia (2015). Con respecto al pasillo ecuatoriano, en el año 2010, durante el II Encuentro Internacional de Musicólogos, el maestro Mario Godoy Aguirre lanzó la propuesta de que el Pasillo sea declarado patrimonio cultural inmaterial de nuestro país; en 2018, mediante el Acuerdo Ministerial DM-2018-225 el pasillo ecuatoriano fue incluido en la lista representativa del Patrimonio Cultural Nacional Inmaterial de Ecuador; documento que sirvió de base para que en diciembre de 2021 la Unesco haya reconocido al Pasillo Ecuatoriano como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Finalmente, se debe recordar que, en 1993, mediante Decreto Ejecutivo 1118 suscrito por el presidente de aquella época, Arq. Sixto Durán Ballén, se declaró el día 01 de octubre como el Día Nacional del Pasillo, en honor a la fecha de nacimiento del cantante guayaquileño Julio Jaramillo. Sin embargo, es pertinente comentar que, si bien Julio Jaramillo grabó en Guayaquil numerosas canciones en ritmo de pasillo, sin embargo, su fama se debió al bolero “Nuestro Juramento”; en el exterior prefirió interpretar boleros en sus presentaciones, salvo en una película mexicana en la cual cantó el pasillo “Guayaquil de mis amores”, siendo el actor principal don Ernesto Albán. Habría sido más pertinente reconocer como Día del Pasillo la fecha de nacimiento (9 de julio de 1904) de la “Reina del Pasillo”, doña Carlota Jaramillo, o también, el día y el mes del año 1930, en que partió de Guayaquil el “Dúo Ecuador” (Ibáñez-Safadi) con dirección a Nueva York, en donde grabaron en la fábrica Columbia el primer disco de música ecuatoriana, interpretado por artistas netamente ecuatorianos.