Gracias mi Redentor, Dios de los Cielos
por darme cada vez tu santa mano,
gracias a Voz, Amigo y Gran Hermano,
he podido cumplir con mis anhelos.
Tú me amas de verdad Padre bendito
con celo y sin pedirme a cambio nada,
pues desde que comienzo la jornada,
guias mis paso con tu amor, todito.
Ya sadaré Señor tu inmensa ayuda
lo que te a deudo y no te quepa duda,
que rectificaré procedimientos.
Te prometo de ahora en adelante
ser mas cauto, más fiel, ser más constante,
y cumplir más, tus santos mandamientos.
Acf.